Instante fotográfico

on 7 enero, 2014
in Fotos, Natura
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Instante fotográfico

Instante fotográfico

Para mí el instante fotográfico es un momento,un segundo…una chispa!!
Pero es que a veces un instante puede ser la ocasión para tocar la eternidad, lo trascendente o una excelente oportunidad para conectar con el propio interior.
No siempre se explicar cómo o por que llega; se, a mi manera de sentir, que así ocurre.
Y así lo acepto. Si haces fotos en la naturaleza puede que te haya ocurrido igual.
En el trayecto de un simple paseo por el campo, por un bosque denso, o por un camino entre los campos desnudos y recién arados del invierno, o quizás en la llegada de la exuberante vida en primavera, puede ser la oportunidad necesaria para permitir que suceda.

La naturaleza continuamente ofrece instantes de incalculable valor, para el que quiera descubrirlos, siempre que te permitas estar atento y sentirla en toda su intensidad.
Invariablemente, si permaneces atento a los colores de los árboles o los matorrales, los olores que trae la brisa o el sol del atardecer, y sujetas tu cámara consciente de la energía, de Toda esa energía que te rodea, te acoge y te envuelve, cuando empieces a retratar tu entorno y allí donde se fije tu mirada descubrirás verdaderas maravillas.
Con la cámara en la mano y deleitándome con el paseo que me he regalado empiezan a tener lugar los encuentros y los descubrimientos: puede que nada excepcional o de otro mundo, pero si ver con nuevos ojos o de otra forma muy distinta lo que en otro momento ni siquiera percibí: un árbol frondoso ahora desnudo en el frio invierno, un pedazo de musgo
en una roca umbría, un pájaro que planea en el cielo buscando alimento, o simplemente una humilde flor que resiste las heladas.
Ahora se trata de acercarse, de acercarse para ver mejor, con atención plena, con deleite y
con cariño al objeto de atención. Acercar el objetivo a la muestra deseada, pero con un deseo no ya en el sentido de posesión (que algo de eso también hay), sino con un deseo de acercarse al misterio de la magia de la creación, sin preguntas, sin anhelos, “solo estar ahí”,
estar para ver, para sentir, para plasmar en lo posible toda esa intensidad, esa energía sublime que me mantiene unido a todo lo que es, desde lo que soy.
Ser en ese momento uno y nada, porque desde esa nada llego a todo.
Esbozar en una imagen, recogido en ese instante de presencia, una vibración compartida.
La naturaleza tiene sus caminos, y cuando la escuchamos, cuando reparamos en ella nos regala bellas armonías interiores que vibran al unísono con la exterior. ¿Compartimos esa vibración o ya la teníamos y con las prisas no la percibimos??. No importa ahora está aquí, presente, vívida, tan solo la siento. La imagen capturada, ¿Capturada???, perdón, quizás sea mejor decir conseguida, plasmada, a veces me sorprendente, me muestra aspectos que no había percibido al observar directamente con los ojos. La emoción del instante visualizada en imágenes que te vuelven a abstraer con su luz, formas o colores, la comunión entre lo externo y lo interno plasmado en una belleza integra en sí misma, sin adornos, sin palabras. La visión desnuda y simple, la imagen enriquecida a través de la emoción de un intenso sentimiento de ser, de estar presente con los sentidos abiertos al instante único del ahora.
Cada detalle es importante en sí mismo y en el conjunto, una sola flor, una brizna de hierba,
una piedra del sendero cobran una inusitada significación, una energía viva y vibrante, que,
si lo deseo me llevan a ese espacio íntimo donde los recojo y los siento, y desde los cuales puedo compartirlos, mostrarlos para que otros puedan acercarse a través de su mirada.

Todo esto me hace sentir una serena alegría cuando me doy cuenta de esto instantes. SI estoy vivo, estamos vivos y sí atendemos a lo que sucede es muy enriquecedor, y más aun cuando puedo compartirlo con todo aquel que lo desee.
La naturaleza tiene también esa fuerza dentro de si permite que la compartamos solos y en silencio, con la persona que amas, y/o con un pequeño grupo de amigos que sienten de forma parecida y con la misma intensidad la vibrante energía viva de la Tierra y el Universo.
Acércate siempre que puedas a la naturaleza, a su magia, a su vida palpitante, déjate regalar,
regálate con su presencia y armonía. Vívela con alegría, y alégrate con todo lo que es.

Una imagen vale más que mil palabras. Hoy he puesto algunas para acercarme de otra forma a lo que quiero mostrar cuando retrato. Hoy aquí tan solo he querido compartir esta pequeña vivencia personal de hacer fotos. Cada cual tiene la suya, todas son buenas.
Y para muestra un botón. Un campo en el cual empieza a despuntar la vida incluso con las rígidas temperaturas del invierno. La vida se abre camino cuando decide hacerse presente.
Brotes verdes de alegría, para despertar la vida.
Que tengas un buen día y la vida te sea propicia.
Ah!!! Y si no lo es tanto como deseas puedes siempre puedes arar para sembrar de nuevo,
O bien hacer tantas fotos como sean necesarias hasta que consigas la foto que deseas.
Atentamente
Joan

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