Simplicidad en la naturaleza !!!
La foto es sencilla, sin más pretensiones que mostrar una simple hierba en una pared cualquiera.
Pero que por alguna razón, y como en otras ocasiones, a mí me sugiere, o mejor dicho cuando las observo con una cierta atención me transmite una serie de sensaciones que invariablemente me orientan hacia esa tan especial
“ Magia de la Naturaleza” y sus Misterios. Sí, he dicho Misterios!!!
Siempre me ha sorprendido y admirado la Naturaleza en todas sus expresiones
desde un cielo estrellado, hasta un bosque o un simple campo arado; pero en estas ocasiones es mucho más sencillo que eso: se trata de una simple y humilde ramita de cualquier índole acurrucada en una pared, en el hueco de
una piedra, o quizás tal vez se trate de una simple brizna de hierba que nace
en cualquier hendidura de cualquier calle, o de un polígono industrial.
Esa simple brizna de hierba da lugar, en mi caso, a una pequeña reflexión acerca de las fuerzas internas que mueven la Naturaleza de Todo lo que Es.
Hable antes de Misterios, porque para mí es lo que supone ver crecer esa hierba: que fuerza, que Misterio es la que la empuja a atravesar ese quizás medio metro de asfalto o de cemento para ver la Luz del Sol.
Esa brizna de hierba es pequeña, delicada y fuerte a la vez. Puede romperse con facilidad o podrá doblarse suavemente para seguir al sol, pero desde la profundidad de la tierra ha ido buscando los resquicios en ese asfalto duro y compacto, para encontrar ese lugar desde el cual brotará y crecerá al sol, al aire y a la vida exterior en contacto con Luz, para seguir creciendo más allá de la semilla que fue, acurrucada como estaba en el seno de la tierra. Si se rompe o la pisan creará un nuevo brote, o varios, para proseguir su andadura, para seguir estando en esa luz que la hizo despertar, para seguir regalando ese pequeño trazo, esa pincelada de verdor que humildemente ofrecerá para quien la vea al pasar por su lado, pero seguirá profundamente enraizada, y mostrándonos como el camino de la oscuridad hacia la Luz se hace creciendo.
Entiendo que la Magia y el Misterio de la vida, tienen lugar, como en estas semillas depositadas en una pared o en la profundidad de la tierra, cuando saben hacia donde pueden crecer sin más guía que la guardada en su memoria
ancestral que les orienta hacia la Luz en lugar de seguir bajando.
Es la misma fuerza que dará paso a un árbol, a un bosque o a una estrella del firmamento que parpadea en la distancia del cielo oscuro haciendo más cálidas y luminosas las noches, por aciagas que sean.
No pretendo desvelar el Misterio, ningún misterio, tan solo comparto esa sensación de determinación que me sugieren esos sencillos retazos verdes alojados en cualquier rincón, mostrándonos a su manera lo que tiene lugar en cualquier naturaleza viva: una suave y persistente fuerza interior que la empuja a buscar esa Luz que la nutre.
Esa energía de la que se nutre la flor, la montaña o el sol que nos alumbra y que reside también en el interior de cada cual, el Fuego eterno que reposa en el Corazón de toda persona, ese palpito de Vida que nos impulsa hacia nuevos horizontes más amplios y generosos, con nosotros mismos y con los demás.
Y como todo en la vida tiene y contiene su propia belleza, vemos la sencillez de lo que sucede cuando sigues ese impulso vital al igual que con la hierba de la foto, las fuerzas de la naturaleza la enmarcan creando con el fortuito desconchado del duro cemento, un pequeño e invisible tiesto que la enmarca y la embellece, creando una sensación de cobijo a la Vida que florece y se muestra al sol. Simplicidad!!!!
“La naturaleza es grande en las grandes cosas,
pero es grandísima en las más pequeñas”.
Saint-Pierre
